1. Aplicaciones temporales
La adhesividad y la cohesión se pueden adaptar a la aplicación. La importancia de la adherencia es menor. Numerosas aplicaciones precisan un equilibrio entre adhesividad y cohesión. La adherencia garantiza una adhesión instantánea a la superficie, mientras que la importancia de la cohesión radica en que el adhesivo se pueda quitar sin dejar residuos. Para muchas aplicaciones temporales, esto tiene más importancia que una gran adhesión específica que se manifestaría en un alto nivel de adherencia (resistencia al desprendimiento).
- Fijación temporal/preliminar
- Protección temporal de superficies
- Buena capacidad de unión en superficies sensibles
- Se puede retirar sin dejar residuos
- Enmascarado
- Reparación
- El color y el brillo permanecen intactos
2. Aplicaciones permanentes
La adherencia y la cohesión se pueden adaptar a la aplicación. La importancia de la adhesividad es menor. En este ámbito, los adhesivos se caracterizan principalmente por su equilibrio entre cohesión y adherencia en función de la aplicación. Lo importante es que la unión sea duradera. La adhesividad, es decir, la capacidad de unión al primer contacto, tiene una importancia menor.
- Unión permanente y fijación segura
- Buena resistencia al envejecimiento
- Adecuado para superficies rugosas y suaves
- Sellado
3. Aplicaciones de pegado rápido
La adhesividad y la adherencia se pueden adaptar a la aplicación. La importancia de la cohesión es menor. En este ámbito, lo importante es que los adhesivos peguen al instante y con seguridad. Esta es la razón por la que se necesita una buena adhesividad o capacidad de adhesión. La cohesión desempeña un papel secundario porque, en general, no van a soportar cargas pesadas y no es estrictamente necesario que al quitarlos no queden residuos.
- Rápida adherencia
- No soportan constantemente cargas pesadas