Petra Lohmann, que por aquel entonces trabajaba como desarrolladora de productos en la unidad de Sistemas de sujeción, recibió un regalo inusual: un rollo de cinta tesafix® 960 que medía 31 cm de ancho y 100 m de largo y seguía en su caja original. El remitente era el Dr. Manfred Engshuber, quien hasta 1993 había sido profesor en la Universidad Técnica de Freiberg, en la región alemana de Sajonia. El Dr. Engshuber, que ahora tiene 88 años, había encontrado la cinta haciendo limpieza. «Los productos adhesivos de doble cara se lanzaron al mercado con el nombre de tesafix® en 1956», explica Daniel Wallburg, gestor de historia corporativa y de la marca en los archivos de Beiersdorf. «Por el logotipo de tesa y las letras usadas, este rollo debió de haberse vendido entre 1968 y 1976».