Inteligencia probada

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¿Alguna vez se te ha caído el móvil o «se ha dado un remojón»? Si ha sobrevivido ileso, las cintas adhesivas protectoras alojadas en su interior han tenido algo que ver.

Texto Jan Schütte

Unos 2700 millones de personas en el mundo tienen un smartphone. No es poco habitual que los usuarios toquen sus pantallas varios miles de veces al día para enviar un correo, chatear, navegar por la red o hacer una llamada. Con cada contacto aumenta el riesgo de que el compañero digital caiga al suelo, se moje o impacte contra algo. Por este motivo, los fabricantes tratan de equipar sus dispositivos con una protección óptima frente a los daños, por lo que demandan a sus proveedores un material lo suficientemente resistente. Este también es el caso de tesa, la empresa especializada en soluciones adhesivas.

Nokia, la pionera

Los smartphones son cada vez más finos y ligeros:
esto es posible gracias a cintas que fijan los componentes en su sitio, ahorrando espacio y peso en comparación con los tornillos y roblones.

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Probablemente no seamos conscientes de que, dentro de un smartphone, se utilizan hasta 200 cintas adhesivas distintas para fijar los componentes de última tecnología. De estas, tesa suministra unas 70 con diversas aplicaciones. «Las cintas adhesivas ofrecen numerosas ventajas en comparación con otras formas de fijación: reducen el peso y el espacio, son sencillas de procesar durante su fabricación y permiten abrir fácilmente los dispositivos para repararlos», explica Tim Wiersbinski, Director del laboratorio de pruebas físicas de la división de Electrónica de tesa. El Grupo trabaja en esta tecnología desde el año 2000 (al principio, a través de Nokia, que estableció estándares para las pruebas de fijación adhesiva en teléfonos).

Dispositivos más grandes con menor superficie de fijación adhesiva

Hoy en día, en la era de los smartphones, tesa ofrece productos que cumplen las necesidades de diversas categorías, por ejemplo, las que fijan de forma transparente las capas individuales a la pantalla, son conductoras eléctricas o reducen la radiación, o las que fijan las baterías. El grosor de las cintas adhesivas varía entre las 3 y las 500 µm, es decir, entre 0,003 y 0,5 mm. El desafío: «Los ciclos de producto de los smartphones son cada vez más cortos y los dispositivos, más grandes y potentes. A su vez, la superficie de fijación es más reducida», señala Tim Wiersbinski. Por ejemplo, el ancho de la fijación adhesiva de las pantallas a las carcasas se ha reducido de 2 a 0,3 mm en cuestión de años.

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200 cintas adhesivas

existen de media en un smartphone, de las cuales tesa suministra unas 70 para varias aplicaciones.

Una «cámara de tortura» con 100 procedimientos de prueba

La fuerte dinámica del mercado se traduce en unos 30 nuevos avances por año, los cuales se producen en estrecha colaboración con los fabricantes. La base de ello: una cartera de más de 100 métodos de prueba en varias categorías. Las pruebas más relevantes para el uso cotidiano de smartphones evalúan la resistencia a los impactos, los efectos del contacto con el agua y los productos químicos, y la facilidad de retirada de las cintas adhesivas (por ejemplo, a la hora de sustituir la batería). Antes de lanzar los nuevos dispositivos al mercado, tesa envía sus «prototipos de prueba» a la «cámara de tortura». La mayor de ellas se encuentra en una planta de Suzhou (China), donde 17 empleados realizan más de 1000 pruebas anuales en el Centro de Soluciones de Aplicación. El hecho de que 70 especialistas en I+D del Grupo trabajen exclusivamente en el campo de las fijaciones adhesivas para smartphones no solo pone de manifiesto su potencial de mercado, sino también las ambiciosas exigencias de la empresa: «No nos consideramos un mero fabricante de cintas adhesivas; ayudamos a nuestros clientes a desarrollar las soluciones más adecuadas en cada fase», indica Tim Wiersbinski.

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Las películas termoactivadas se aplican mediante calor y presión.

Una vez secas, consiguen un poder adhesivo extremadamente elevado, incluso en las superficies menos adherentes, y presentan una excelente resistencia a la temperatura y los productos químicos.

«Los ciclos de producto de los smartphones son cada vez más cortos y los dispositivos, más grandes y potentes. A su vez, la superficie de fijación es más reducida».
Tim Wiersbinski

Director del laboratorio de pruebas físicas de la división de Electrónica

Procedimientos de prueba

tesa es muy estricta con las cintas adhesivas con el objetivo de garantizar que cumplen los estándares de la producción masiva de smartphones. Los métodos de prueba se seleccionan en función de los requisitos de entre un total de más de 100. Los métodos más importantes son:

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Agua: El móvil no tiene por qué caerse al váter; existen otras muchas fuentes de agua. Las cintas adhesivas modernas sellan la carcasa y las conexiones. Su resistencia al agua se pone a prueba frecuentemente mediante un ensayo de «secadora» (ver a continuación).
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Productos químicos: Las cintas adhesivas de esta categoría protegen los smartphones de las sustancias del día a día como el sudor, el protector solar, el perfume o el jabón. Para ello, tesa sumerge parcialmente los objetos de prueba en los correspondientes fluidos.
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Golpes: tesa ha establecido tres importantes procedimientos para los golpes. El ensayo de la secadora hace girar el dispositivo hasta 600 veces en una cámara y lo deja caer a una altura de un metro. La prueba de la caída controlada simula caídas desde alturas controladas (entre 0,8 y 1,2 m) sobre la sección longitudinal del dispositivo, las esquinas y las partes frontal y trasera. Seguidamente, tesa realiza la prueba de Dupont para comprobar la resistencia a los impactos de las cintas adhesivas de doble cara como las que se utilizan debajo de las pantallas. En esta se dejan caer 150 g de peso desde distintas alturas (5 - 150 cm) sobre un punto de impacto del borde de la pantalla.
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Retirada: A pesar de lo que se pueda pensar, las fisuras de las pantallas no se encuentran entre los principales daños. Algo más común es la sustitución de las baterías durante la producción, la reparación o la eliminación. Por ello, tesa ha desarrollado cintas adhesivas que siguen el principio de las regletas. La ventaja: presentan una buena adhesión y son fáciles de retirar sin gases nocivos.