La nueva Etiqueta de Energía de la UE va más allá de las tradicionales clasificaciones de eficiencia energética a las que estamos acostumbrados en los electrodomésticos. Por primera vez, los teléfonos inteligentes y las tabletas llevarán estas etiquetas, ofreciendo a los consumidores información clara sobre el impacto ambiental y las características de sustentabilidad de sus dispositivos. Sin embargo, lo que hace revolucionaria a esta nueva regulación es su enfoque integral para la evaluación de la sustentabilidad, que incluye:
- Eficiencia energética: Califica el consumo de energía del dispositivo durante el uso y en modo de espera con un sistema de calificación sencillo de la A a la G
- Puntuación de reparabilidad: Evalúa qué tan fácil es reparar un dispositivo, incluyendo la disponibilidad de repuestos y manuales de reparación
- Durabilidad: Evaluando la protección contra la intrusión de polvo y líquidos, la duración de la batería y la resistencia a caídas
En combinación con otras legislaciones (por ejemplo, el derecho a reparar) que se centran en la eficiencia de los recursos y la gestión al final de la vida útil, aporta un enfoque holístico y refleja un cambio fundamental en la forma en que evaluamos los productos, pasando de una evaluación centrada únicamente en la energía a una calificación integral de sostenibilidad. También está en línea con los objetivos más amplios del Pacto Verde de la UE para reducir los residuos electrónicos y promover una economía circular.