A menudo, las subestructuras metálicas para las puertas de horno se montan con pegamentos líquidos (u otros métodos convencionales de fijación). Sin embargo, este procedimiento resulta ineficaz y puede mejorarse utilizando cintas doble faz. Para ser más precisos, la mejor solución para esta aplicación son las cintas de núcleo acrílico, ya que ayudan no solo a optimizar los tiempos de producción, sino también a aumentar la eficiencia general. El diseño de los electrodomésticos de cocina actuales es elegante y moderno, y lo ideal en estos casos es que el método de fijación no sea visible. Una aplicación así es un ejemplo perfecto de la posibilidad de trabajar con piezas premontadas que vienen con la cinta (o los troquelados) directamente incorporada. En resumen, las cintas adhesivas sensibles a la presión contribuyen a que el proceso sea más limpio y fácilmente cuantificable.