La adhesividad, la cohesión y la adherencia.

¿Cuánta miel necesitas para colgar una foto?

La ciencia tras las cintas

La interacción entre adhesividad, cohesión y adherencia hace de los adhesivos sensibles a la presión lo que son. Te vamos a explicar por qué.

En teoría debería ser posible. Es decir, colgar una foto usando miel: la miel no solo se pega a los dedos. También hace que la servilleta se te quede pegada al dedo cuando intentas limpiártela. ¡Pega! Sin embargo no une, como explican nuestros expertos. Esto es así porque la miel carece de una capacidad fundamental que sí tiene el adhesivo sensible a la presión de nuestras cintas adhesivas.

Adhesividad

Tres son las fuerzas que interactúan en un adhesivo sensible a la presión para que pueda unir como parte integrante de nuestra cinta adhesiva: la adhesividad, la cohesión y la adherencia. La adhesividad es lo que ocurre en el momento en el que el adhesivo entra en contacto con la superficie que se va a pegar. La adhesividad se refiere a la rapidez con la que se debe producir una unión adhesiva.

Por ejemplo, existe un alto grado de adhesividad cuando se produce una unión muy sólida aplicando una presión mínima y un contacto extremadamente breve. Por ejemplo, para fabricar papel se necesita una gran adhesividad: si una máquina funciona a 1,9 kilómetros de papel por minuto, el adhesivo sensible a la presión de la cinta adhesiva tiene que unirse con extraordinaria velocidad al siguiente rollo de papel por el extremo del que se va a terminar durante un proceso en marcha. La miel también tiene un grado de adhesividad evidente: se queda pegada tan pronto como entra en contacto con los dedos.

La miel tiene una alta pegajosidad, pero una baja fuerza de unión
La miel tiene una alta pegajosidad, pero una baja fuerza de unión
Las cintas adhesivas proporcionan uniones duraderas, incluso en materiales con características superficiales diferentes.
La adherencia describe la capacidad de unión a una determinada superficie. La cohesión es la fuerza interna del adhesivo para soportar fuerzas externas sin romperse.

Adherencia

La segunda fuerza que actúa en un adhesivo sensible a la presión es la adherencia. Esta palabra se deriva del verbo latino «adhaerere» (estar unido). La definición exacta de adherencia es la siguiente: atracción o unión física de dos sustancias, sobre todo la atracción de sustancias diferentes que se puede observar macroscópicamente. En cintas adhesivas, la adherencia es la unión que se produce entre el adhesivo y la superficie. Los adhesivos con gran capacidad de adherencia se unen especialmente bien a las subsuperficies. En el caso de la miel, su adherencia es bastante alta, ya que pega bastante bien.

Cohesión

La tercera y última fuerza que debe tener un adhesivo sensible a la presión es la cohesión. El término «cohesión» también proviene del latín, derivado del verbo «cohaerere» (estar pegado). Se trata de la unión interna de un adhesivo, es decir, del grado en que se mantiene fuertemente fijado por sí mismo. Una alta cohesión significa que la adherencia es especialmente fuerte, resistente y estable en sí misma. Por lo tanto, es muy resistente al rasgado.

Por ejemplo, esto resulta importante si la cinta adhesiva tiene que soportar una gran cantidad de peso de manera estable, puesto que el adhesivo no debería desgarrarse. Las moléculas tienen que unirse con fuerza y «sujetarse» con seguridad entre sí. Definitivamente, este no es el caso de la miel, ya que esta es muy líquida y se despega con facilidad. La capacidad de cohesión de la miel es muy baja.

Por tanto, he aquí la respuesta: de acuerdo con nuestra definición, la miel no es un adhesivo porque carece de capacidad de unión interna, es decir, de cohesión. Esto significa que la servilleta y las manos seguirán estando pegajosas, pero no intentes colgar una foto usando miel.

1. Aplicaciones temporales

La adhesividad y la cohesión se pueden adaptar a la aplicación. La importancia de la adherencia es menor. Numerosas aplicaciones precisan un equilibrio entre adhesividad y cohesión. La adherencia garantiza una adhesión instantánea a la superficie, mientras que la importancia de la cohesión radica en que el adhesivo se pueda quitar sin dejar residuos. Para muchas aplicaciones temporales, esto tiene más importancia que una gran adhesión específica que se manifestaría en un alto nivel de adherencia (resistencia al desprendimiento).

  • Fijación temporal/preliminar
  • Protección temporal de superficies
  • Buena capacidad de unión en superficies sensibles
  • Se puede retirar sin dejar residuos
  • Enmascarado
  • Reparación
  • El color y el brillo permanecen intactos

 

2. Aplicaciones permanentes

La adherencia y la cohesión se pueden adaptar a la aplicación. La importancia de la adhesividad es menor. En este ámbito, los adhesivos se caracterizan principalmente por su equilibrio entre cohesión y adherencia en función de la aplicación. Lo importante es que la unión sea duradera. La adhesividad, es decir, la capacidad de unión al primer contacto, tiene una importancia menor.

  • Unión permanente y fijación segura
  • Buena resistencia al envejecimiento 
  • Adecuado para superficies rugosas y suaves
  • Sellado

 

3. Aplicaciones de pegado rápido

La adhesividad y la adherencia se pueden adaptar a la aplicación. La importancia de la cohesión es menor. En este ámbito, lo importante es que los adhesivos peguen al instante y con seguridad. Esta es la razón por la que se necesita una buena adhesividad o capacidad de adhesión. La cohesión desempeña un papel secundario porque, en general, no van a soportar cargas pesadas y no es estrictamente necesario que al quitarlos no queden residuos.    

  • Rápida adherencia
  • No soportan constantemente cargas pesadas